Hoy quería hablaros de la importancia de un CRM en la empresa. Ya cuando estaba en Barcelona trabajando para mi agencia Meanings mostraba especial atención por toda la parte de gestión y administración de la empresa. Recuerdo que muchas veces insistía a los demás en cuidar con detalle los contactos y archivarlos mediante herramientas sencillas como Excel, pero siempre pensando en un futuro poder migrar esos contactos a un CRM.

De las primeras cosas que hice cuando llegué a ROME REPORTS es solicitar la necesidad de trabajar con un CRM, un programa que nos permita gestionar, administrar y organizar cada una de las tareas realizadas entre los departamentos de Marketing y Ventas, y el de Administración, además del de Dirección General; consiguiendo así una mayor integración entre las áreas de la empresa.

Siempre hay que pensar en seguir una metodología de trabajo, con el objetivo de alcanzar una mayor profesionalidad. Y un CRM es una magnífica herramienta para conseguirlo. Además, trabajar con este tipo de programas nos permitirá archivar todos nuestros contactos en una data base, y controlar las acciones que hemos realizado con cada cliente, además de programas las futuras.

A partir de aquí, facturas y contratos se podrán hacer prácticamente de forma automática, y cuando queramos lanzar una comunicación corporativa dispondremos de todos nuestros contactos organizados por campos y sectores distintos. Al mismo tiempo, podremos buscar un mayor engagement con nuestro cliente, ya que podremos ofrecerle un servicio más personalizado. Nosotros nos decidimos por el programa Open ERP como CRM para nuestra empresa, ya que es uno de los que permiten configurar más secciones acorde con las necesidades de la compañía.

El buen funcionamiento de una empresa comienza por el orden y la gestión de la misma, a la que tiene que verse sumada una excelente comunicación interna y organización de los diferentes departamentos. En este caso, es lo mismo que sucede con la marca, que para comenzar a vender, primero el mercado tendrá que conocernos. Ya lo decían los filósofos de la grecia antigua «hay que cuidar el interior si queremos salir fortalecidos al mundo exterior».