Este año nuevo viene marcado por las elecciones municipales y generales que se van a celebrar en España. Todos los partidos y sus dirigentes ya se han arremangado para preparar su estrategia de comunicación. Es una época de prisas, de mucha comunicación, eventos, publicidad, networking, etc… Son momentos de incertidumbre, dado que a ciencia cierta no se sabe en qué posición se encuentra uno, pero sí se sabe bien que hay que seguir remando, y ahora más si cabe. Sin embargo, estas elecciones tendrán una nota novedadosa; el mayor uso de las redes sociales, que servirán para simpatizar directamente con sus seguidores, para ponerles cara y ojos, y también para debilitar al oponente, si fuese necesario, para recibir críticas desde dentro, y para que los community manager de los partidos no duerman durante un largo tiempo.
Las estrategias de comunicación de los partidos ya no sólo se centrarán en los medios de comunicación y sus periodistas de peso, si no también en las redes sociales y sus influencers en el campo de la política. Los diarios digitales, webs, blogs, foros también serán nuevos canales a seguir para algunos partidos, dado que ahora son más que nunca un foco de presión negativa o corriente de simpatía, según se mire.
Todavía está presente en la mente de muchos políticos el miedo a exponer en público, pero ahora incrementado, dado que si cometen algún error en sus intervenciones puede ser letal para su campaña, ya que las redes sociales retroalimentan este tipo de desaciertos. Estoy seguro que los partidos deberán invertir en consultores externos que les aconsejen y guien en este terreno tan nuevo y pantanoso para ellos.
Los partidos políticos necesitan de una nueva figura en sus departamentos de comunicación: un contector entre el director de comunicación de campaña (con un perfil político muy marcado) y el director de comunicación digital (con un perfil «social young» también muy definido). Este sería la figura del director de comunicación transmedia, que acercaría las posturas más conservadoras del equipo de comunicación de campaña y las innovadoras ideas de los responsables del apartado digital del partido. Uno que tirará y aflojará para un lado u otro, según se tercie.
Un líder que analizará junto al director de com. de campaña las apariciones en los diferentes medios, las intervenciones en los programas de televisión y radio de su representante político, los sondeos con respecto a los partidos de la oposición, y las campañas offline desarrolladas desde el equipo de Marketing y Promoción. Del otro lado, este director de comunicación transmedia evaluará junto al equipo digital las campañas online, las estadísticas del partido en los social media, y definirá con ellos el tipo de contenido presentado en la web y los canales sociales del partido.
Este equipo de comunicación se encargará de crear la estrategia del partido, pero también la del político o grupo de políticos que estén dentro de este paraguas de marcas. Es tiempo de construir marcas personales nuevas como la de PDRO SNCHZ, o de difundir otras recientes como Podemos o Ciudadanos, ambas en constante crecimiento. La carrera a las urnas ha comenzado y, por ahora, las que fueron las grandes marcas no es que lo estén llevando muy bien, así que yo me replantaría un cambio en su política de comunicación de partido. De lo contrario, las marcas más jóvenes acabarán por desbancarles de su bancada.
Y, por cierto, no os sorprendáis si veis que durante los próximos meses partidos y representantes políticos comienzan a seguir vuestros perfiles en las redes sociales. Para ellos, es una época de mucha actividad porque tienen un objetivo, pero muchos de ellos dentro de unos meses desaparecerán y ya no tendrán ninguna preocupación por vuestros perfiles, ya que los suyos seguramente serán ya inactivos o desaparecidos de la red.
