Cada vez son más las marcas que desarrollan sus estrategias de producto pensando en el conjunto familiar. Es verdad que el smartphone nos evade del mundo que nos rodea, ya que en él disponemos de todo lo que buscamos. También es verdad que la revolución tecnológica ha estado centrado en estos aparatos, pero ¿estamos preparados para la próxima revolución? Las televisiones inteligentes vienen pisando fuerte, y tienen que mucho que decir en los próximos años.

Las marcas buscan conexiones personales con su público e intentan integrarse en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Las redes sociales les han abierto la puerta a cada uno de nuestros hogares, y ellas conscientes de esto quieren aprovecharlo para integrarse en nuestras familias. Hay que lanzar productos que enganchen con el conjunto familiar, que toda la familia pueda sentirse partícipe de ellos.

Y más ahora que está por llegar la nueva ola de televisores inteligentes. Desde nuestra propia televisión podremos conectarnos a Internet, jugar, realizar conferencias por Skype, interactuar a través de las redes sociales, realizar compras, etc… Considero que estos nuevos “centros multimedia” van a desencadenar dos efectos muy interesantes: 1. Una mayor unidad familiar, ya que los más jóvenes ayudarán a los mayores a conocer las nuevas fórmulas de comunicación (las redes sociales) a través de la televisión (un invento de la otra generación), por lo que se pasará de ser “individuos evadidos” a “familias integradas” 2. Las marcas disponen de una gran oportunidad para adentrar en el círculo familiar, en el paso de generación a generación. Hay que conseguir que los diferentes miembros de la familia puedan interactuar con la marca y sentirse identificados con ella.