“Las redes sociales nos ayudan a lograr uno de los objetivos de la Universidad: Difundir conocimiento, cultura y valores”.

23 de mayo 2012

Hoy entrevistamos en nuestra sección de #Comunicación2.0 a Javier Quintano @javiquintano, miembro del departamento de Comunicación de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) y dirige nuevos proyectos en esta área, quien nos va a contar cómo una Universidad como la UIC gestiona las redes sociales y las herramientas que utiliza para haber conseguido la excelente identidad digital y reputación que ha adquirido en estos últimos años. 

Javier, ¿cuál fue el año de tu desembarco en Internet?

– En las Navidades de 2004 estrené mi primer blog, aunque lógicamente ya usaba con anterioridad varias herramientas.

 

¿Cuándo comenzaste a utilizar Social Media? Cómo afectó a tu vida cotidiana este cambio?

– Las redes sociales, Facebook y Twitter, principalmente, las empecé a usar en verano de 2008. Facebook no ha tenido un especial interés para mi a nivel personal, de hecho no interactúo demasiado y lo uso como espacio en el que verter contenido temático. Twitter es otro cantar. Me invitaron en junio de 2008 pero, aunque lo usé algunas veces, no fue hasta el verano de 2009 que lo comencé a usar con más frecuencia.

En septiembre de 2009 estrené los perfiles corporativos de la UIC y mi vida cotidiana cambió en varios aspectos. El primero, lógicamente, en las horas de uso de las redes, que aumentaron exponencialmente: la gestión y la estrategia llevaban algunas horas al día. Después, en la capacidad de establecer relaciones muy valiosas con profesionales del área de la comunicación y el marketing. Finalmente, en la adquisición de conocimientos.

Durante cuánto tiempo estuviste trabajando como Community Manager de la UIC? ¿Todavía sigues colaborando con ese área?

– Estuve dos cursos, desde septiembre de 2009 hasta septiembre de 2011. Sigo colaborando en tanto que estoy en el departamento de comunicación y si hay contenidos interesantes para esas redes los transmito, y en tanto que me hago eco de lo que sucede en la UIC a través de mis cuentas personales.

También hemos intercambiado impresiones con la actual responsable de las redes sociales, Marta Matías, en el despliegue de las redes a toda la Universidad (facultades, estudios, servicios, etc.), que es el paso que estamos consolidando en estos momentos.

¿Cuál crees que es la red social que más os ha ayudado a promocionar la Universidad? 

– Cada canal tiene sus objetivos y sus públicos específicos. Twitter nos ha permitido hablar de tú a tú con la sociedad, especialmente con profesionales ajenos a nuestra institución, pero con intereses comunes a los nuestros; mientras que Facebook, por ejemplo, nos ha permitido compartir momentos especiales con nuestra comunidad universitaria: nuestros alumnos y alumni y las personas que de un modo u otro se sienten parte de nuestra comunidad, que no son pocos.

En una Universidad donde está la generación 2.0, esa interactiva de la que se habla hoy en día, ¿cómo ha sido el trabajo de gestión de las redes sociales, sabiendo que ellos te miran con lupa…?

– Siempre hemos buscado tener una relación excelente con las personas que siguen nuestros canales, una relación en las que ambos ganamos. En muchas ocasiones, hemos pedido su ayuda y su participación y también en muchas ocasiones nos hemos disculpado cuando algo no hemos hecho bien. Hemos buscado la transparencia y la cercanía, y pienso que lo hemos conseguido. La interacción con los usuarios es una experiencia única, también cuando esa interacción virtual llega a ser real.

El año pasado recibisteis un premio por ser una de las marcas que mejor reputación online tenía. Cuéntanos cómo fue eso.

– Es un estudio que publicó Mkt Fan en octubre de 2010 en el que se centraba en marcas españolas que mejor estaban haciendo los deberes en Twitter. Tuvo mucho impacto en su momento, y lo sigue teniendo: es un documento que sólo en su versión online tiene unas 50.000 visitas, eso sin contar la repercusión que tuvo entre los bloggers y sus seguidores.

Ese estudio nos situó como la segunda marca española en Twitter, solo por detrás de Gallina Blanca, y por delante de marcas como Coca-cola, Movistar, El País, Volvo, Telepizza, Territorio Creativo, Banco Sabadell o Campofrío. Fue una gran alegría constatar, de la mano de un evaluador externo, que un año después de nuestra puesta en marcha de las redes sociales lo estábamos haciendo bien.

¿Crees que el trabajo que estáis haciendo en las redes sociales ha facilitado a la UIC la inscripción de nuevos alumnos?

– En algunos casos, bastantes, me consta que sí, aunque no te lo puedo decir con exactitud porque mi campo es el de la comunicación y no el de la promoción, para el que tenemos un equipo específico. De todos modos hay que decir que, al final, las redes sociales son un canal más, adaptado, eso sí, a nuestra cultura audiovisual y, por lo tanto, las redes ayudan -como han ayudado siempre el teléfono o las visitas- pero lo importante es la actitud.

Nuestra actitud –es nuestra manera de ser- ha sido siempre cercana, personalizada, y eso es lo que hace que las personas confíen en nosotros. También es verdad que no siempre el objetivo de los canales es tener nuevos alumnos. Sin ir más lejos, recuerdo con especial cariño una lista de profesores universitarios en Twitter, que llevó bastante tiempo confeccionar y supuso una gran labor de interacción con los claustros de las universidades españolas e internacionales. Lógicamente, con esa acción no queríamos conseguir alumnos.

¿En qué redes sociales estáis presentes? ¿Cuántas personas están trabajando en ese campo? Entre estas redes sociales, podrías decirnos un número aproximado de personas que conforman esa comunidad 2.0 de la UIC?

– Estamos presentes en Facebook ,Twitter y Linkedin y tenemos perfiles en Youtube, Flickr, Foursquare, Issuu y Slideshare. En cuanto al número de usuarios, hace ya varios meses que no me dedico a este campo y no sabría decirte con exactitud, pero si sumamos las redes específicas de las facultades, los másters, los servicios, etc. podríamos estar hablando fácilmente de una comunidad de 30.000 usuarios, no únicos pero tampoco excesivamente duplicados.

¿Qué acciones habéis lanzado últimamente en social media networks? 

– Los últimos meses nos hemos centrado en desplegar las redes sociales. Hasta el inicio de este curso académico los perfiles más desarrollados eran los corporativos, los generales, los que hacían referencia a toda la institución. Marta Matías ha dedicado estos meses a formar nuevos community manager por perfiles específicos y a poner por escrito la guía de estilo general y las específicas. Se han abierto canales específicos para las facultades, para los futuros y para los antiguos alumnos.

¿La UIC también está trabajando la parte del marketing mobile? ¿Disponéis de una App propia de la UIC? 

– A pesar de que los números del acceso a Internet a través de dispositivos móviles hablan por sí solos, hemos preferido ser prudentes en ese campo. Aunque estamos trabajando en ello desde hace tiempo en varios sentidos, queremos esperar a que se estandaricen las herramientas para materializarlo.

Este es un campo en el que hay continuos cambios y siempre hemos pensado que mejor hacer pocas cosas bien hechas que muchas mal. Quién iba a decir, por ejemplo, que Blackberry iba a pasar de estar en lo más alto a estar en las horas bajas en las que se encuentra ahora. Poco a poco las cosas se van asentando y es más fácil hacer una inversión con cabeza. Por otra parte, sí que hemos estrenado una nueva web, adaptada a las redes sociales y  más mobilefriendly que la anterior.

¿Habéis hecho alguna campaña a través de Instagram o Pinterest?

– No, todavía no, aunque no descarto que uno de nuestros concursos de fotografía se haga en esos canales. Quizá esas dos redes que mencionas están todavía poco extendidas entre el público general.

– ¿Crees que está la UIC preparada para la era SOLOMO? Social, Location y Mobile…

– Pienso que sí. Siempre hemos sabido adaptarnos al momento. También tengo que decir que para nosotros, en este momento, no es una prioridad. La universidad es una institución en la que reina la actividad docente y la investigadora, la vida de Campus y de actividad deportiva, cultural y social. Es un lugar de interacción y de conocimiento, de innovación y de vanguardia.

Lo fuerte son las transacciones de conocimiento entre las personas, y en cambio las transacciones económicas son mínimas: el café de la mañana, el manual de la asignatura… A mi me gusta hacer check-In en el Foursquare cuando llego a la Universidad -¡a ver si algún día consigo el mayor!- pero el esfuerzo de gestión no podemos ponerlo, por el momento, en estrategias que impliquen gran actividad.

¿De 0 a 10 podrías decirnos cuál es el grado de actividad del profesorado en las redes sociales y/o blogs?

– Es más bien bajo, aunque cada vez hay más actividad, sobre todo en redes profesionales. En el ámbito personal no tanto, pero como blogs de asignatura también hay varios, muy innovadores, por cierto. La verdad es que me da un poco de pena suspenderlos, y por eso les pondría un 5 o un 6, convencido de que esto va a más. Lógicamente, no es la misma actividad la de los profesores de la Facultad de Comunicación que la de la Facultad de Medicina, pero incluso la gente de la Facultad de Medicina participa en foros profesionales de manera habitual.

¿Podrías contarnos cuál ha sido la iniciativa 2.0 promovida por la UIC que mayor impacto viral ha tenido entre las redes sociales?

– Así de buenas a primeras diría que las acciones que llevamos a cabo en marzo de 2010. Hubo, para quienes no lo vivieron, un temporal de nieve y viento que colapsó Barcelona. Fue algo que no había pasado en muchos años, y desde luego era la primera vez que se vivía una nevada en la que las redes sociales se mostraron como aliadas. El servidor que aloja la página de la universidad se colapsó por algunos momentos, como se colapsaron los de tantas empresas de Barcelona, por la falta alumbrado –cabe decir que en Girona, a tan solo 100 kilómetros de Barcelona hubo familias que estuvieron varias semanas sin luz eléctrica.

En medio de esa situación excepcional, en un primer momento nos hicimos eco y inmortalizamos gráficamente aquel hecho sin parangón (se hicieron fotos, vídeos, concursos, etc.). En un segundo momento, conforme fue avanzando el día, íbamos informando al minuto sobre la última hora de la universidad: qué nos iba comunicando el Gobierno sobre la situación, si se anulaban o reanudaban las clases, etc. No sé si a eso se le puede llamar iniciativa promovida, pero tuvo impacto y fue muy sonado.

¿Hacia dónde se dirige la UIC en este nuevo mundo 2.0?

– Se dirige a estar presente en la red, atendiendo, proponiendo, informando, difundiendo… Las redes nos ayudan a cumplir uno de los objetivos de la universidad: difundir conocimiento, difundir cultura, difundir valores. Todo lo que nos ayude a esos objetivos, en la medida en que nos sea posible, lo iremos poniendo en práctica.

¿Cuál sería tu consejo a aquellos padres que muchas veces se sienten perdidos en este nuevo mundo donde se encuentran sus hijos?

Les diría que entren en las redes, que prueben y que pregunten a sus hijos cómo funcionan las cosas. A la vez, yo no creo que las redes sociales sean la panacea ni un sitio en el que sea bueno estar muchas horas. Hay una cierta visión que las mitifica. Por lo tanto, también les diría a los padres que eduquen a sus hijos con sentido común en este campo. Hay que saber desconectar para conectar.

5 apps que utilices a diario y por qué estas.

– Apps no uso muchas, la verdad. Uso WhatsApp, la app de Twitter y algunas herramientas de Google para la gestión del día a día: calendar, tasks, gmail. Las uso porque son útiles.

¿Cómo definirías “red social»?

– Herramienta que facilita la conexión de personas con intereses comunes.

¿Cuántas horas dedicas tú al día a las redes sociales?

– Es difícil decirlo. En realidad estoy todo el día conectado, aunque no siempre interactuando. Le dedico los desplazamientos y las pausas, muchas veces. Creo que no uso excesivamente las redes sociales, aunque sí que navego bastante en busca de información. Los fines de semana suelo desconectar bastante.

¿A nivel personal, cuál ha sido la experiencia 2.0 que más te ha marcado?

– Difícil decirlo. Pienso que haber desvirtualizado a muchísima gente, profesionales de primera línea, a la que previamente había conectado en la red. He tenido mucha suerte en ese sentido. Eso ha sido posible, como tantas cosas buenas que me han pasado, por trabajar en una universidad.

¿Qué crees que falta en el mundo 2.0?

No sabría decirlo. Hay gente que hace unos diagnósticos excepcionales por estos mundos, pero yo no me atrevo. Lo que sí que temo es que una profesionalización y estrategia excesiva de la comunicación de las empresas nos lleve, de facto, a la situación de opacidad y encumbramiento en el que estaban hasta ahora. Creo que eso es uno de los grandes logros de las redes: la humanización de la comunicación –el famoso Cluetrain Manifesto- y volver hacia atrás sería una pena. 

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